Hola a todos!
Me apetece mucho comenzar el fin de semana con un aire distinto, y para ello quizá no existe mejor planteamiento, que el de abandonar la bulliciosa y siempre asfáltica metrópolis, para adentrarnos en territorios mucho más agrestes, bucólicos, y de paisanaje tranquilo. A través de "La música que no sonó en los 40 principales", hemos realizado viajes sonoros por Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda, Europa; pero creo que el Reino Unido no lo hemos explotado lo suficiente, y sólo hemos parado alguna que otra vez en Londres. Así pues, hoy vamos a zambullirnos en la siempre verdosa Gales, para entre misteriosos lagos, bosques milenarios, e inmortales leyendas, encontrarnos allí con nuestra atípica protagonista de hoy.
Quiero presentaros a: "SUSAN RAVEN".
Caersws (población galesa en el condado de Polwys), vio iniciarse la carrera musical de ésta apasionante mujer, cuando a los 13 años de edad recibió como regalo de su madre una guitarra de 12 cuerdas, con la que aprendió a tocar sus canciones favoritas de Bob Dylan. Aquél fue un maravilloso descubrimiento que marcó su vida, y rápidamente comenzó a investigar en sus propias melodías y textos, hasta alcanzar la sensibilidad y sonoridad que hoy nos muestra en su trabajo.
Con un estilo "new age/chill out": palpitante, luminoso, emocional, y emocionante, en el que tienen cabida grandes cantidades de belleza cósmica y de sentimientos interiores, que consiguen brillar con luz propia a través de unas composiciones muy personales y casi tribales. En el Reino Unido se la asemeja como, mitad "Sinead O'Connor", mitad "Cramberries"; pero en realidad yo veo en sus canciones un sonido quizá más cercano al más puro estilo "Enya". Eso sí, en el que Susan consigue forjar un arquetipo infinitamente menos "cargante" y "meloso", aportando algo mucho más eléctrico, racial, y directo.
Ya en los años '90 comenzó a alternar sus primeros conciertos acústicos por pequeños e íntimos clubes de Londres, con su trabajo como guía turístico especializada en los lugares sagrados de la Bretaña Celta. Éste trabajo que en su momento le sirvió para ganarse la vida, se ha convertido en casi una doctrina para Susan, y eso se trasluce en las letras de sus canciones, que reflejan su apasionado interés por lo místico, lo esotérico, y por las tradiciones ancestrales de los pueblos. Por todo ésto, tal vez podamos ver en Susan Raven a un auténtico trovador del siglo XXI.
En 2000 se publicó su espectacular álbum debut, "Glittering cities", en el que nos encontramos con todo ese sabor Celta que se esconde en los legendarios bosques de Gales, y que Susan transmite hasta sus canciones con una inconmensurable magia, completamente exenta de sonidos "rancios", y alcanzando quizá la modernidad de su propia leyenda...
"Ravensong", su segundo disco, llegó siete años más tarde, con un sonido mucho más acústico, y cimentado en la estupenda sonoridad de su antigua guitarra "Martin" de 12 cuerdas; pero sin abandonar ésa calidez misteriosa que puebla de mágicos duendes, bellas ninfas, trasgos esquivos, y magos medievales, los desarrollos armónicos de sus excepcionales composiciones.
Buena prueba de todo lo que pretendo transmitiros con mi editorial de hoy, lo encontraréis en éste "Glittering cities". Cuarto corte del disco homónimo, y que extraído como sencillo de presentación en aquél álbum del año 2000, nos cautiva con una línea vocal sensible (no sensiblera), y con una tribalidad (no trivialidad), al margen de modas, alejada de manidos estereotipos, y podría decirse, que prácticamente atemporal...
Espero que os guste: "SUSAN RAVEN - GLITTERING CITIES".
Para más info sobre Susan Raven: http://www.susanraven.com
HASTA MAÑANA!!
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