viernes, 28 de agosto de 2009

LIZA LEE


Hola a todos!

En "La música que no sonó en los 40 principales", poco a poco vamos dando los pasos necesarios para llegar hasta la finalización del verano, y nos preparamos para una vuelta al "nuevo curso", que se anticipa tan absorbente, mágica, y sobrecogedora, como una palabra de amor lanzada a nuestros oídos por sorpresa. Y es que hoy, a pesar de ser viernes, mi ánimo transita por un sucinto estado romántico-melancólico, que sin provocar una bajada de mis defensas sentimentales, si consigue teñir de alguna manera mi espíritu con algunos matices del romanticismo más "dieciochesco". Como alguien dijo en alguna otra ocasión: "...la ausencia de amor, produce... monstruos."

Hoy quiero presentaros a "Liza Lee".

Llevo varios meses enganchado a la voz de ésta mujer que hoy os traigo, y raro es el día en el que alguna de sus canciones no acompañan mi cotidaneidad. La verdad es que nunca antes me había animado a traerla hasta el blog, amparándome quizá en una especie de sentimiento compulsivo de posesión, que me animaba a guardarme algunas canciones para mi "yo" más interior; pero ésta mañana me he despertado relajado, descansado, fresco... y con una necesidad imperiosa de evocar sentimientos de paz, amor, sensualidad. Hoy es un día precioso, de esos en los que tan sólo se echa en falta una caricia al despertar, y que alguien decore el amanecer con un susurrado "buenos días". A falta de pan...

Liza nos ofrece un estilo de jazz fresco, moderno, impredecible, e innovador, que alterna en su repertorio fantásticas canciones originales, y brillantes versiones de partituras conocidas por todos, mostrándonos en sus grabaciones a una vocalista consistente, intrigante, casi obsesiva, y que se viste como una de las más prometedoras voces del jazz actual.

Cantante exacerbadamente elegante y minimalista, compositora de un innegable talento, e interprete sensual y susurrante. Liza nació en Reading (Pennsylvania-USA). Creció en una casa llena de música, en la que su abuela (Terry Norman) fue una reconocida cantante de jazz, su padre (furibundo fan de "The beatles"), y su madre (apasionada de la música clásica y el jazz), le inculcaron casi sin apercibirse de ello el amor por la música que sonaba a todas horas durante su infancia. Comenzó a estudiar claqué a los 4 años de edad, y pronto descubrió su amor por el canto, por lo que a los 13 años de edad, su madre la llevó hasta Nueva York, en donde comenzó a estudiar canto, a actuar en producciones de Broadway, y en publicidad.

En 2004 nos presentó su primer disco como solista ("Scarlet Mark"). Un álbum en el que se nos avanzaba una impresionante colección de canciones interpretadas con exquisito delirio, y tras cuya publicación, Liza sufrió un grave derrame cerebral, del que ni los propios médicos estaban seguros de que pudiera recuperarse para volver a cantar. Pero con una fuerza arrolladora llegó una completa y satisfactoria recuperación, y con ella la vuelta a los escenarios, y ya en junio de 2009 volvía a sorprendernos con "Anima", su segundo disco. Canciones con más mensaje, con optimismo, derramando amor por la vida, y con las que Liza colabora desinteresadamente en la financiación del "The Society for women's health research" (SWHR), una institución sin ánimo de lucro, dedicada a la investigación de medicamentos específicos para el organismo de la mujer.

Su inquietud musical también lleva a Liza Lee a mecerse en los terrenos del pop alternativo, por lo que a parte de su impactante trabajo en el terreno del jazz, Liza también nos ha regalado un soberbio EP ("Houses of detention"), con canciones encaminadas hacia ese género más cercano y menos elitista; pero sin duda, es en el jazz donde ésta sensible, seductora, y apacible interprete, demuestra todas las cualidades que atesora en su voz suave, encantadora, y flamígera. Y buena prueba de ello es éste sobrecogedor "Strawberry fields forever" que hoy quiero compartir con vosotros. Una magnífica revisión de la canción que Lennon y McCartney escribiesen en un hostal de Almería allá por 1966/67, y que envuelta en un halo de erótico minimalismo al más puro estilo de "La cantante del silbido" que nos mostrase el Dr. López Ibor, consigue demostrarnos que Stendhal tenía razón: "la música predispone...".

Espero que os guste: "LIZA LEE - STRAWBERRY FIELDS FOREVER".

Para más info sobre Liza Lee: http://www.lizaleemusic.com

HASTA MAÑANA!!