lunes, 9 de agosto de 2010

STAN KENTON


Hola a todos!

Tercer capítulo hoy de nuestro veraniego acercamiento al más vetusto e interesante jazz, en el que vamos a dejarnos seducir por la suave cadencia de aquellas magníficas orquestas que sonorizaban los años '30 y '40, y que conseguían elevar la música a las más altas cotas de aceptación por parte del público oyente. Resulta curioso pararse a pensar, cómo es posible que orquestas tales como la que hoy nos ocupará resultasen auténticos llena-pistas, y en la actualidad la música transite por los caminos en que lo hace. Me pregunto ¿Qué perdimos por el camino...?

Hoy, para todos vosotros: "STAN KENTON".

Cuando se trata de hablar de jazz, en innumerables ocasiones nos centramos casi exclusivamente en cantantes, saxofonistas, trompetistas, pianistas, o cualquier otro tipo de instrumentistas; y en muchas ocasiones nos olvidamos de una de las figuras más influyentes en este terreno de musicalidad sin limites, y virtuosismos a raudales, como es: el Director de Orquesta.

Stan Kenton fue un soberbio compositor, arreglista, y director de orquesta nacido en 1911 y fallecido en 1979, que ya desde niño evidenció de forma superlativa su pasión por el jazz, dejándose influenciar en sus gustos por mitos tales como Earl Hines, o Benny Carter.

Musicalmente, Kenton escribió sus primeras partituras de arreglos allá por 1928, pero realmente no comenzó su carrera profesional hasta bien avanzado 1933, y llegó a 1940 deambulando por diferentes orquestas de Estados Unidos, para en 1941 tener la oportunidad de dirigir su propia, y a la sazón, magistral orquesta. En la que desde el principio tuvo la gran valentía de incorporar a una cantante blanca de jazz: Anita O'Day, ni más, ni menos; con la que Kenton y su orquesta obtuvieron un impresionante éxito, hasta llegar a convertirse en la mejor big-band de su época.

Stan Kenton siempre intentó fusionar, dentro de su estilo marcadamente swing, la música clásica europea, y la tradición jazzística más norteamericana. Con lo que entre 1947 y 1956, nos regaló un muy buen e interesantísimo compendio de grabaciones indispensables, que resultan ser un impagable legado musical, que convendría revisitar de vez en cuando. A lo largo de su carrera hubo de todo. Desde el impresionismo "debussiano", hasta el expresionismo de Stravinsky, pasando por la grandilocuencia Wagneriana, e incluso intercalando ritmos y sonidos totalmente latinos. Siempre innovando, experimentando, fusionando...

Tras el arrollador éxito cosechado por Kenton en Europa, sobre todo en París y Dublín, la orquesta comienza a languidecer lentamente desde 1954 hasta 1958, y aunque por algunos momentos parece recuperar la brillantez de otros años anteriores, finalmente llega a desaparecer como tal, debido sin duda a la fuga de los principales solistas que la sostenían. Y aunque Stan Kenton continuó aun veinte años más ensayando, experimentando, y fusionando, con su "laboratorio-orquesta" (siempre formada por recién licenciados en la Universidad); ya jamás recuperó el esplendor de sus primeros sonidos. Hasta que una fractura de cráneo le apartó del jazz, muriendo el 25 de agosto de 1979.

Indispensable revisitar la obra de Stan Kenton, para comprender la magnificencia de un buen arreglo en una partitura. Y si indispensable es su carrera al completo, de obligada escucha debería ser su álbum más asombroso: ("Balboa Bash -1941), en el que podremos encontrar al Stan Kenton que hoy es ya un referente para los amantes del género. Fresco, novedoso, musical, e intuitivo...

Espero que os guste: "STAN KENTON - DYNAFLOW"

HASTA MAÑANA!!