Hola de nuevo!
Bueno, pues parece que éste año todos los días festivos han decidido llegar juntos, y cuando aun casi no hemos vuelto de las mini vacaciones de Semana Santa, ya nos encontramos otra vez a las puertas de un puente. De nuevo suerte para los que puedan disfrutarlo. Nosotros seguiremos levantando la economía del país, y al pie del cañón con nuestro blog.
Hoy quiero presentaros a: "TAYLOR MILLS".
Taylor nació y creció en Des Moines, en el seno de una familia Bautísta, tan cariñosa como estrícta, y desde muy niña desarrolló su gusto por las melodías aterciopeladas.
Trasladada a Chicago en su época estudiantil, pronto comenzó a cantar en coros y bandas de dispares estilos musicales, siendo su trabajo, habitual sobre los escenarios de la ciudad, sobre todo desde que la fichara para su grupo el saxofonísta de jazz Steve Cole.
Mientras Taylor atesoraba su propio estilo vocal, inclinó su talento hacia el pop y el rithm & blues, a partir de devorar discos de Roberta Flack, de los que atesoró toda su templada técnica, y su elegante personlidad soul.
Conocida entre los profesionales estadounidenses por su increíble y potente voz, por su imponete presencia sobre el escenario, así como por su férrea auto-disciplina; Taylor dió sus primeros pasos profesionales como cantante para el espectacular proyecto "Smile", de su desde 1999 inseparable amigo, Brian Wilson (fundador de "The beach boys"), y como cantante de sesión para artístas de la talla de Billy Joel, Elton John, John Legend, Neil Young, Eric Clapton, Jeff Beck, o el mismísimo Paul McCartney. Con semejante currículum, era sólo cuestión de tiempo que Taylor se decidiese a arrancar con su carrera en solitario, y aunque su primer disco se hizo esperar, finálmente llegó hasta nosotros con una elegante y bien trabajada descarga de pop-rock, que aglutina en si mísma toneladas de técnica, oleadas de sentimiento, y minutos y minutos de buen gusto.
"Lullagoodbye" es un disco típicamente americano, en el que encontramos instrumentos acústicos y eléctricos a partes iguales, y en el que todas las canciones están hechas a medida de la cálida voz de Taylor, que sin estridencias, exageraciones, ni adornos superfluos, es capaz de transmitir una fabulosa historia desde cada una de sus pistas.
Con la magnífica reputación adquirida durante los años, no es extraño encontrarnos en el disco con algunas colaboraciones de lujo, entre las que cabe destacar la de su marido, Todd Sucherman (batería del grupo "Styx"), la de Tommy Shaw (cantante también de "Styx"), y la del propio Brian Wilson. Con semejante talento, y con éstos inmejorables ejecutantes para moldearlo, era de esperar un disco espectacular, y efectívamente, así es...
"Genie in a bottle" es la canción que hoy quiero proponeros. Una maravillosa partitura, en la que con asombrosa sencillez, Taylor nos muestra una calidad interpretativa y un lirísmo sin límites, y todo ello con una asombrosa calidez armónica, que sin buscar virtuosísmos amanerados, consigue dibujar para nosotros un puro retrato de como debería ser el pop más actual...
Espero que os guste: "TAYLOR MILLS - GENIE IN A BOTTLE".
Para más info sobre Taylor Mills: http://www.taylormillsmusic.com/
HASTA MAÑANA!!
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